Tal vez nadie en el siglo XX tuvo un mayor impacto a largo plazo en la historia mundial de Deng Xiaoping. Y no es estudioso de la historia contemporánea de Asia Oriental y la cultura está mejor calificado que Ezra Vogel para desenredar las muchas contradicciones encarnadas en la vida y el legado del más audaz estratega de China.Una vez descrito por Mao Zedong como una "aguja dentro de una bola de algodón", fue la fuerza pragmática de Deng pero disciplinada impulsora detrás de la transformación radical de China en el siglo XX. Se enfrentó a los daños causados por la Revolución Cultural, se disolvió culto a Mao de la personalidad, y aflojó las políticas económicas y sociales que había retraso en el crecimiento de China. Obsesionado con la modernización y la tecnología, Deng abrió las relaciones comerciales con Occidente, que levantó cientos de millones de sus compatriotas de la pobreza. Sin embargo, al mismo tiempo, él respondió a sus raíces autoritarias, sobre todo cuando ordenó la represión de junio de 1989 en la Plaza de Tiananmen.
Compromiso juvenil de Deng al Partido Comunista se consolidó en París en la década de 1920, entre un grupo de alumnos-trabajadores chinos que también incluyó a Zhou Enlai. Deng volvió a casa en 1927 para unirse a la revolución china en la planta baja. En los cincuenta años de su ascenso al poder tumultuosa, que tuvo que soportar las acusaciones, purgas, exilio e incluso antes de convertirse en el líder por excelencia de China desde 1978 hasta 1989 y nuevamente en 1992. Cuando llegó a la cima, Deng vio una oportunidad para destruir creativamente la mayor parte del sistema económico que había ayudado a construir desde hace cinco décadas como un fiel seguidor de Mao y no dudó.
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